La tecnología impulsa la internación domiciliaria: menos camas, más confort, nuevos desafíos

En los últimos años, se observa un crecimiento sostenido de pacientes que reciben atención médica en sus hogares. No solo por comodidad, sino porque los avances tecnológicos, los costos elevados de internación hospitalaria y la necesidad de optimizar recursos de salud empujan esta tendencia.

¿Qué implica internar en casa?

Internación domiciliaria significa que pacientes con enfermedades moderadas a graves reciben
cuidados propios de un hospital (curaciones, monitoreo, terapias) pero en su hogar. No todos los
casos aplican: es para quienes tienen apoyo familiar, condiciones de vivienda adecuadas y un plan
coordinado con profesionales.

¿Por qué crece este modelo?

1. Tecnología disponible: Hoy en día, muchos procedimientos que antes sólo se hacían en
hospitales pueden realizarse en casa. Dispositivos móviles, telemedicina y equipos portátiles lo
permiten.
2. Costos elevados: Mantener una cama hospitalaria cuesta caro. Internar en casa significa
eficiencia para el sistema y comodidad para el paciente.
3. Envejecimiento y enfermedades crónicas: La población mayor demanda cuidados prolongados
que muchas veces no requieren hospitalización permanente.
4. Pandemia como acelerador: El COVID-19 demostró que cuidar en casa ayuda a reducir
contagios y liberar camas críticas.

Ventajas para pacientes y sistema

• Mayor confort: estar en casa mejora el estado emocional.
• Menos infecciones hospitalarias.
• Eficiencia: se liberan camas y se reducen costos.
• Cuidado personalizado según las necesidades del paciente.

Los desafíos que aún persisten

• Regulación insuficiente en algunas provincias.
• Cobertura desigual de obras sociales y prepagas.
• Capacitación del personal y de familiares cuidadores.
• Limitaciones de conectividad y acceso a tecnología en zonas rurales.

¿Qué nuevas tendecias aparecen?

• Uso de apps y wearables para monitoreo continuo.
• Plataformas digitales que permiten teleconsultas y seguimiento remoto.
• Modelos híbridos que combinan hospital y domicilio.
• Inteligencia artificial aplicada al análisis de datos para prever complicaciones.

En Argentina ¿Cómo va?

En las grandes ciudades, las obras sociales y prepagas incorporan la internación domiciliaria en
sus prestaciones. Empresas con trayectoria ofrecen servicios integrales y atienden miles de
pacientes. Sin embargo, la expansión es desigual: en zonas rurales persisten limitaciones de
conectividad y recursos.

En resumen

La internación domiciliaria ya no es solo una alternativa de confort: con la tecnología adecuada,
una regulación clara y apoyo institucional, se perfila como una estrategia clave para modernizar la
salud. Mejora la calidad de vida de los pacientes, aligera la carga hospitalaria y puede representar
ahorros para el sistema. Pero para que cumpla su promesa, hace falta cerrar brechas jurídicas,
tecnológicas y de acceso.